A MI NIETA ALBA

A MI NIETA ALBA

A MI NIETA ALBA

Quiero hacer una poesía

y ya la tengo empezada,

una poesía que va

a mi Alba dedicada.

Alba es mi segunda nieta,

alegre como unas pascuas

que con su espontaneidad

nos tiene a todos en ascuas.

Torbellino de alegría,

explosión de dinamismo,

aunque parezca que a ti

todo te da lo mismo.

Llevas en todo momento

tu corazón en la mano

y perdona que te diga

que eso siempre no es muy sano.

Hay que ser más reservada,

más callada, más prudente,

pero siempre procurando

que te respete la gente.

Yo sé que dentro de poco

terminarás tu carrera

y debes de prepararte

para una faceta nueva.

Tienes que llevar tu vida

por caminos bien trazados

y poder así ofrecer

lo mismo que a ti te han dado.

Nunca debes de perder

la alegría y la sonrisa

pues son dotes muy valiosos

que a ti te caracterizan.

Yo deseo para ti

toda la felicidad

y todas las cosas buenas

que este mundo puede dar.

Que vivas en armonía

con tus padres y tus hermanas

y que te diviertas también

que es una cosa muy sana.

Que tengas mucha alegría,

que no tengas nunca pena,

que tu abuelo sabe bien

que eres una nieta buena

Comentarios

A TI, AMIGO LECTOR

Este pequeño trabajo literario que acabo de escribir a mis ochenta y tres años, es fruto de los recuerdos de mi niñez y juventud, que mantengo de mi querido pueblo: La Zarza. He pretendido narrar en sencillos versos lugares, edificios, sociedades y costumbres, que antes existían en nuestro recordado lugar de nacimiento. Es verdad que cuando nos hacemos viejos, fluyen más claramente los recuerdos, que falsamente creíamos olvidados. Por eso, aprovechando este momento de vulgar inspiración, he decidido imprimirlos, por si alguien quiere recordar leyendas, la vida de nuestro pueblo, con sus costumbres, fiestas, trabajos y carencias. No pretendo otra cosa con este trabajo, que mantener vivos esos recuerdos y que las nuevas generaciones de La Zarza sepan apreciar el mérito de sus mayores, que los han formado sacrificándose para que ellos tengan una vida mejor. Cuan distinta es la vida de entonces, a la vida de ahora ¿Verdad? Pero no crean, que entonces no teníamos momentos felices, pues nos divertíamos, con nuestros juegos de la infancia, muchos más bonitos, “creo yo”, que los que nos puede dar el ordenador o consola. En la juventud también éramos felices con nuestras fiestas, la Velada, el carnaval, los pirulitos, etc. Los mayores, a pesar de lo dura que era la vida, también eran felices, cuando conseguían abastecer a su prole con alimentos, calzado y ropa no lujosa, pero necesaria. Yo pienso, que generaciones anteriores a la mía, tuvieron que pasarlo peor, pues había más escasez de medios, trabajo más duro, y más dependencia de las Empresas explotadoras. No quiero, que estas sencillas palabras mías, sirvan para otra cosa, que para que no se olviden nunca las “cosas” de mi pueblo. Gracias, a los que me lean, y ojalá saquen algún provecho de esta pequeña y sencilla obra, escrita y guiada más con el corazón que con la cabeza. FRANCISCO PÁEZ Romero