LA VÍA
LA VIA -
En aquellos viejos tiempos
en que no había camiones
existían locomotoras
que tiraban de vagones.
Al cabezo de los Silos
una vía lo rodeaba
y hasta el valle de las escorias
la población atravesaba.
A la altura de los filtros
un ramal se derivaba,
por donde pequeños trenes
entraban hasta la plaza.
Por lo que es la carretera
enfrente del Bar Parada,
y por detrás de la Iglesia
la vía continuaba.
Más abajo del teatro,
donde hoy hay tantas casas
camino de las escorias
la vía continuaba.
Por esa vía circulaban
trenes de la Compañía
con arenas, con calbaza
y otras muchas mercancías.
Junto a la Iglesia había siempre
de arena grandes montones
que para los albañiles
descargaban los vagones.
Donde comienza la calle
llamada de Santa Bárbara
se descargaba calbaza
que allí mismo se apagaba.
Cuando apagaban la cal
te tenías que retirar,
porque despedían unos gases
que te impedían respirar.
También a veces había
de ladrillos grandes pilas,
en un terreno adecuado
por detrás de la botica.
También este tren minero
a veces traía un herido,
que trabajando en la mina
le hubiera, algo sucedido.
Un pitido plañidero
por la máquina lanzado,
era la forma de aviso
de que traía un “lastimado”.
La máquina se paraba
muy cerca del hospital
donde algunos compañeros
lo llevaban a curar.
Volviendo a los materiales,
les diré que había unos guardas,
que ponía la Compañía
para que no los robaran.
Los chiquillos, como siempre
no ideábamos cosa buena,
y jugando, extendíamos
esos montones de arena.
Escarbando en la arena
hacíamos profundos hoyos,
los tapábamos muy bien
a ver si caía algún “tonto”.
Un día, uno de los guardas
nos vino a echar de la arena,
y en una de aquellas trampas
el pobre metió una pierna.
Y pegó tal costalazo
ese hombre contra el suelo,
que se le fueron las ganas
de interrumpir nuestros juegos.
Desde ese día, ese guarda
a la arena no se acercaba,
y para echarnos de allí
desde lejos nos voceaba.
Había carros que tirados
por animales de carga,
cargaban los materiales
y a las obras los llevaban.
En otro lugar he dicho
el uso que se le daba,
a la escoria que los romanos
dejaron abandonada.
En los vagones “medianos”
esa escoria se cargaba,
y por la nombrada vía
el tren los acarreaba.
Por el contrario, la arena,
los ladrillos y la calbaza
venían en vagones “breques”
que el mineral transportaban.
No se me ocurre decir
otra cosa de esta vía
solo sé que como un niño
la estoy viendo todavía.
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