Los Vacies

   


    LOS VACIES

A la entrada de La Zarza
ves junto a la carretera
unas montañas formadas
por antiguas escombreras.

Por el nombre de escombreras
no las conoce aquí nadie
desde siempre se conocen
por el nombre de los “vacies”.

Los vacies son consecuencia
de trabajos colosales
realizados por mineros
descubriendo minerales.

Descubierto ya el filón,
el mineral se explotaba
y el estéril no servible
a la escombrera se echaba.

Así durante mil años
los vacies fueron creciendo
hasta llegar al tamaño
en que ahora lo estamos viendo.

¡Cuanto enorme sacrificio!
¡cuanto dolor y sufrimiento
soportaron los mineros
para ganarse el sustento!

Cuantas lágrimas vertidas
se ocultan bajo esas piedras,
cuanto sudor, cuanta sangre
y también cuanta miseria.

Pero había que vivir
y había que seguir luchando,
y con enorme trabajo
el mineral explotando.

El estéril iba a los vacies
y el mineral explotando
y poco a poco también
la “Corta” se iba formando.

La “Corta” ustedes lo saben,
es un enorme agujero
que a mí me da la impresión
de un multienorme hormiguero.

Si vemos un hormiguero
rodeado de piedrecitas
es que con gran esmero
lo escarbaron las hormiguitas.

Si viéramos desde el cielo
a la “Corta” con sus vacies
viéramos que a un hormiguero
se le parece bastante.

El uso que se le da
a uno y a otro agujero
hace que sean diferentes
la “Corta” y el hormiguero.

De la “Corta” saca su pan
con sacrificio el minero
y, sin embargo, la hormiga
lo guarda en el hormiguero.

El aspecto de los vacies
con los años ha cambiado,
para usos muy distintos
la gente ha aprovechado.

En principio construyeron
zahurdas para sus cerdos,
y también algunas cuadras
para encerrar sus jumentos.

Luego se construyó un campo
para el equipo de fútbol
que vino a sustituir
al viejo campo que hubo.

Se ha edificado también
un nuevo centro escolar
donde toman sus lecciones
los chiquillos del lugar.

Detrás del campo de fútbol
se levanta el matadero
donde se elaboran carnes
para el consumo del pueblo.

Como un polideportivo
de tamaño pequeñito,
hay una pista que sirve
para jugar al futbito.

A la punta de ese vacie
en mis tiempos de chaval
con arbolete y con liria
pájaros he ido a cazar.

Todavía casi de noche,
por la mañana temprano
se montaba el arbolete
y alrededor los reclamos.

Cuando pasaban los pájaros
los reclamos le cantaban
y los pobres pajarillos
en la liria se posaban.

Cuando querían levantar
el vuelo para marcharse
no conseguían otra cosa
más que en la liria pegarse.

También en aquellos vacies
he sacado con destreza
algún que otro conejillo
escondido entre sus piedras.

Esta historia que describo
aquí de esos viejos vacies
no creo que tenga más mérito
que el que ustedes quieran darle.

La he escrito porque así
me la dicta mi conciencia,
son nostalgias de mi pueblo,
son recuerdos, son vivencias.

En La Zarza yo nací,
si no pierdo la razón
siempre la voy a llevar
dentro de mi corazó

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