Los Cerrejones



LOS CERREJONES

He aquí los Cerrejones
un macizo montañoso
que se extiende desde el dique
y pasa del Tamujoso.

Por sus laderas discurren
las aguas hasta el pantano,
tanto la que da hacia el norte
como la que da al solano.

De sus montañas destaca
la del cabezo Montero
donde hay un punto geodésico
que los geómetras pusieron.

En la falda sur se crían
estupendos gurumelos
los que con gran afición
los buscamos los mineros.

Hay un valle muy extenso
que según dice la historia,
llegó a tener diez millones
de toneladas de escorias.

A estas escorias romanas
muchos usos se le han dado,
para balastro de vía
mampostería y hormigonado.

Para tapar algún charco,
para marcar un camino,
y para mil cosas más
le dan uso los vecinos.

También hay en la falda sur
como horadando sus tripas
un profundo manantial
al que llamamos “la pipa”.

¿Por qué se llama la pipa?,
yo os lo voy a contar,
lo ha heredado de un vecino
llamado el tío Trinidad.

Una pipa sobre un carro
el tío Trinidad tenía,
aquí la llenaba de agua
y en el pueblo la vendía.

Hay además de la pipa
escorias y gurumelos
terrenos aprovechados
por la gente para huertos.

Estos huertos, que se riegan
con agua pura y cristalina
están cerca del barranco
llamado la “Pelegrina”.

El nombre de este barranco,
es por la huerta vecina,
donde vivía una señora
cuyo nombre era Pelegrina.

Un kilómetro hacia poniente
de la huerta Pelegrina,
está la huerta Tocino
o huerta de la “Panina”.

Cerca de la población
en donde comienza el barranco
está la huerta del “Chicharro”
con olivos y naranjos.

En la ladera del norte,
del Tamujoso cerquita
hay calicatas mineras
donde se encuentra barita.

Un yacimiento de cuarzo
(esa piedra resistente)
se explotó en tiempos pasados
frente al Chorro exactamente.

Este mineral se aplica
para fabricar cristales
y también como fundente
de otros distintos metales.

Para evitar la erosión
se han sembrado en la solana
un gran número de pinos
que han cambiado el panorama.

Lo que antes parecía
un paisaje lunar,
en un paraje precioso
lo ha convertido el pinar.

Desde la población antes,
se miraba la ladera,
y solo se veían piedras
y jaras y mortiñeras.

Hoy se ve desde el poblado
la solana transformada,
y ya casi no se ven
las piedras que la formaban.

El terreno de la umbría
es un poquito mejor,
se aprovecharon parcelas
como tierras de labor.

Para sembrar estas tierras,
primero se preparaban,
y se formaban majanos(1)
con las piedras que estorbaban.

Recogidas ya las piedras
en los diversos majanos,
se labraban esas tierras
y se sembraban de grano.

No tengo más que decir
de ese soberbio macizo
voy a pasar a otra cosa
como tengo prometido.

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