El manitas

El manitas

agosto 27, 2022

El manitas

Casi en todas las familias

Hay un miembro qué es " manitas "

Un miembro al que se le piden

Soluciones infinitas

Aunque su nombre sea otro

Yo le llamo Salvador

Porque para los problemas

Siempre tiene solución

Si hay un cortocircuito

Que el diferencial dispara

Salvador con ligereza

Lo localiza y repara

Si una puerta chirria mucho

Salvador muy oportuno

La suaviza al instante

Echándole " tres en uno "

Cuando la mujer le dice

Que no va la lavadora

Salvador va y la desmonta

En menos de un cuarto de hora

Al encontrar la avería

Él le dice a su mujer

Voy a comprar esta pieza

Y enseguida la pondré

Si una bombilla no alumbra

Él le mueve el filamento

Y si ve que está fundido

Va y la cambia en un momento

Pero si no está fundida

Mira a ver si es del casquillo

Y si está roto lo cambia

Porque eso es algo sencillo

Las cintas de las persianas

También las sabe cambiar

Y la mujer a su gusto

Las puedes subir y bajar

También sabe Salvador

Arreglar la cafetera

Y se atreve a unos zapatos

Echarle unas medias suelas

El coche de Salvador

Nunca entra en un taller

Pues si tiene una avería

La repara solo él

Ningún pintor entra en casa

Pues el pinta techo y paredes

Aunque en esto su mujer

Le ayuda algo, en lo que puede

Su mujer a los vecinos

Les dice muy orgullosa

Salvador es un " manitas "

Me arregla todas las cosas

Las dotes de Salvador

Se extienden como la espuma

Y ya hay muchos vecinos

Que solicitan su ayuda

Un vecino a Salvador

Le dice de forma franca

" Salvador mirame el coche

Que parece que no arranca "

Y Salvador se lo mira

Y le dije de contado

Eso es del carburador

Que lo tienes atascado

Y el pobre de Salvador

Trabajando como un negro

No encuentra a ninguna hora

Un ratito de sosiego

Y ya ha caído en la cuenta

De ese proverbio tan duro

Qué " hombre de muchos oficios

Suele ser pobre, seguro "

Ha mirado su cartilla

Y se ha llevado un disgusto

Y ha pensado desde hoy

Trabajar solo lo justo

Cuando alguien le pide ayuda

Contesta sin disimulo

Que el quiera comer peces

Tiene que mojarse el culo

Comentarios

A TI, AMIGO LECTOR

Este pequeño trabajo literario que acabo de escribir a mis ochenta y tres años, es fruto de los recuerdos de mi niñez y juventud, que mantengo de mi querido pueblo: La Zarza. He pretendido narrar en sencillos versos lugares, edificios, sociedades y costumbres, que antes existían en nuestro recordado lugar de nacimiento. Es verdad que cuando nos hacemos viejos, fluyen más claramente los recuerdos, que falsamente creíamos olvidados. Por eso, aprovechando este momento de vulgar inspiración, he decidido imprimirlos, por si alguien quiere recordar leyendas, la vida de nuestro pueblo, con sus costumbres, fiestas, trabajos y carencias. No pretendo otra cosa con este trabajo, que mantener vivos esos recuerdos y que las nuevas generaciones de La Zarza sepan apreciar el mérito de sus mayores, que los han formado sacrificándose para que ellos tengan una vida mejor. Cuan distinta es la vida de entonces, a la vida de ahora ¿Verdad? Pero no crean, que entonces no teníamos momentos felices, pues nos divertíamos, con nuestros juegos de la infancia, muchos más bonitos, “creo yo”, que los que nos puede dar el ordenador o consola. En la juventud también éramos felices con nuestras fiestas, la Velada, el carnaval, los pirulitos, etc. Los mayores, a pesar de lo dura que era la vida, también eran felices, cuando conseguían abastecer a su prole con alimentos, calzado y ropa no lujosa, pero necesaria. Yo pienso, que generaciones anteriores a la mía, tuvieron que pasarlo peor, pues había más escasez de medios, trabajo más duro, y más dependencia de las Empresas explotadoras. No quiero, que estas sencillas palabras mías, sirvan para otra cosa, que para que no se olviden nunca las “cosas” de mi pueblo. Gracias, a los que me lean, y ojalá saquen algún provecho de esta pequeña y sencilla obra, escrita y guiada más con el corazón que con la cabeza. FRANCISCO PÁEZ Romero