MI MUJER CUMPLE 80 AÑOS

 

MI MUJER CUMPLE 80 AÑOS

Ha cumplido ochenta años

la mujer de mis amores, 

sigue siendo, la más bella

flor entre todas las flores.

Cincuenta y cuatro años hace,

que llevamos de casados,

lo mismo que el primer día

estamos de enamorados.

Pues desde ese mismo día

en el que Díos nos unió

juntos en el hogar sembramos

nuestro árbol del amor.

No habían pasado diez meses

desde que Dios nos bendijo,

y ese árbol ya di fruto,

nació nuestro primer hijo.

Luego tres años después,

ese árbol siempre frondoso 

nos dio nuestro hijo segundo

como el primero de hermoso.

Después a los cincos años,

ese árbol lleno de vida

nos dio como tercer fruto

a Inés, nuestra hija querida.

Fruto también de ese árbol

es nuestra felicidad,

y la discreta armonía

que pervive en nuestro hogar.

A la sombra de ese árbol

nuestros hijos han crecido,

y siempre por esa sombra 

se han sentido protegidos.

Y cuando llegó la hora

que de casa se marcharan

se llevaron un esqueje

para que ellos lo plantaran.

De ese árbol prodigioso

que preside nuestro hogar

será la mejor herencia

que nuestros hijos tendrán.

Me gustaría que mis hijos

a los suyos ayudaran,

y a que sembraran el árbol

en su día le aconsejaran.

Verían crecer en su casa

amor y felicidad,

y la paz tan bienhechora

que ese árbol les puede dar.

Y en los momentos difíciles

les serviría de consuelo

saber que ese árbol, había hecho

muy felices a sus abuelos.

Bajo ese árbol hemos pasado

juntos un montón de años,

disfrutando del amor

sin sufrir un desengaño.

Juntos hemos estado siempre

y juntos permaneceremos

y juntos vamos a estar

mientras que vivos estemos.

Yo pido a Dios que a la hora

de abandonar este mundo,

Francisco Páez y María Pinto

vayan como siempre, juntos.