LA PANCREATITIS
LA PANCREATITIS
La enfermedad de mi esposa
no ha mermado mi moral,
al contrario, me ha animado
para poderla ayudar.
Ha sido una fase dura
que he tenido que pasar,
con el ánimo elevado
para poderla ayudar.
Estando siempre a su lado,
ayudando en el hogar,
dándole las medicinas
para poderla curar.
Siempre queriendo que ella
olvide su enfermedad,
y procurando que nunca
se encontrara en soledad.
Dios ha querido que sane,
y gracias a Él, hoy está
más animada y mejor
de su estado general.
Han sido meses muy duros,
ha estado en el hospital,
cuarenta y un días ingresada
con infección pancreal.
Sufriendo grandes dolores,
fiebres altas y además,
diarreas y estreñimiento
y otras muchas cosas más.
Dos quistes tenía en el páncreas
difíciles de quitar,
pero con antibióticos
pudieron eliminar.
Nuestros hijos, siempre atentos
con su madre han estado,
turnándose cada noche
con ella uno se ha quedado.
Y gracias a Dios, hoy día
y debido a esos cuidados,
y a la ciencia de los médicos
la hemos recuperado.
Por todos esos motivos
se encuentra bastante bien,
dispuesta estas Navidades
a estar juntos otra vez.
Pues como todos los años
con el permiso Divino,
hemos de saborear
un jamón de Maximino.
Y comidas estupendas
hechas por manos certeras,
como son las de mi hija
y mis dos queridas nueras.
Además con buenos lomos
hemos de llenar la panza,
regados con abundancia
de un buen vino de crianza.
Pero lo mejor de todo
no es el vino o la comida,
es la gran satisfacción
de ver la familia unida.
Este año disfrutaremos
dándole gracias a Dios,
porque mi mujer se encuentra
cada día mucho mejor.
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