EL SUEÑO
EL SUEÑO
Soñé que estaba contigo
y que contigo soñaba,
y soñé, que tú a mi lado,
conmigo también soñabas.
No sé el tiempo que pasó
mientras estuve soñando,
sólo sé que todavía
yo lo sigo recordando.
Me acuesto todas las noches
en ese sueño pensando,
y se lo pido a mi Dios
mis oraciones rezando.
Durante el día, muchas veces,
recuerdo lo que soñé
y me siento muy feliz
recordándote otra vez.
La gente que me conoce
ha notado mi rarezas,
y piensan, aunque no lo digan
que he perdido la cabeza.
Los más íntimos me han dicho
que vaya a ver a un doctor,
que encontrará de seguro
a mis males solución.
Con atención y finura
el doctor me recibió,
me dijo que le explicará
la causa de mi dolor.
Le expliqué lo de mi sueño
y él me escuchó muy atento,
quiso saber cómo era
la mujer de mis tormentos.
Le dije que eras muy buena,
le dije que eras muy bella,
le dije que relucías
más que la mayor estrella.
Le dije que eras muy guapa,
que tú eras un monumento,
le dije que yo por ti
me bebo todos los vientos.
Después de escucharme un rato
me dijo con mucha flema:
“no me explique nada más,
ya sé cual es su problema.
El problema que usted tiene
es hoy día cosa corriente
ese problema lo tiene
también muchísima gente.
Se lo diré brevemente,
pero téngalo por cierto,
el problema que usted tiene
es que usted sueña despierto
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