EL HOSPITAL
EL HOSPITAL
En el Virgen del Rocío
me ingresaron en diciembre;
me operaron de vesícula
el día de los inocentes.
Felicito al director
de ese centro hospitalario
por disponer de un equipo
de alto grado humanitario.
Me han tratado amablemente
cirujanos y doctores,
A.T.SS. y enfermeras,
auxiliares y celadores.
Me han expresado cariño,
confianza y amistad
que han hecho muy llevadera
mi estancia en el hospital.
La enfermera que te cuida
y te trata con dulzura,
tratando que no te duela
al levantarte la cura.
El doctor que te visita,
te pregunta: "¿cómo estás?",
y tú te sientes mejor
al recibir su amistad.
La auxiliar que cada día
te ofrece un limpio pijama
y que, con un gran esmero,
te hace de nuevo la cama.
Y hasta la humilde empleada
que limpia la habitación
por tu salud se interesa
y quiere que estés mejor.
Y este trato recibido
de todo ese personal
hace que en muchos momentos
no te acuerdes de tu mal.
Te sientes agradecido,
te sientes recompensado,
te sientes hasta orgulloso
de haber sido así tratado.
Y no tienes que pensar
si lo mereces o no,
sino que ellos obran así
porque esa es su condición.
Así ya, sin más preámbulos,
rutinas ni burocracias,
yo me quiero despedir
con un palabra: GRACIAS.
Comentarios
Publicar un comentario