El bastón de mi esposa
El bastón de mi esposa
De mi paseo matinal
Esta mañana al volver
Encontré muy apuradas
A Rosana y mi mujer
Se había perdido el bastón
Donde mi mujer se apoya
Y decían que de buscarlo
Les dolía a las dos "la olla"
Lo habían buscado muy bien
En todas las habitaciones
Detrás de todas las puertas
Y por todos los rincones
Decían que ya estaban hartas
Y cansadas de buscarlo
Y se estaban aburriendo
Por no poder encontrarlo
Les dije, estarse tranquilas
Porque el bastón está en casa
Y pensad que a todo el mundo
Despistes así le pasan
Dí mi tiempo por perdido
Por mucho que lo busqué
Y aunque miré en muchos sitios
Yo tampoco lo encontré
Pero yo seguía pensando
En qué en cualquier ocasión
Cuando menos se esperara
Aparecería el bastón
Sentados en la cocina
Dije a mi mujer, "repasa
Las labores que hoy has hecho
Organizando la casa"
De momento se acordó
Que en sus quehaceres diarios
En el cuarto de baño estuvo
Organizando el armario
Al mirar en el armario
Gritó con gran emoción
A Rosana y a Francisco
¡Ya apareció el bastón!
Aquí termina la historia
Del bastón de mi mujer
Que como yo siempre digo,
Que no se puede perder
Esta mañana al volver
Encontré muy apuradas
A Rosana y mi mujer
Se había perdido el bastón
Donde mi mujer se apoya
Y decían que de buscarlo
Les dolía a las dos "la olla"
Lo habían buscado muy bien
En todas las habitaciones
Detrás de todas las puertas
Y por todos los rincones
Decían que ya estaban hartas
Y cansadas de buscarlo
Y se estaban aburriendo
Por no poder encontrarlo
Les dije, estarse tranquilas
Porque el bastón está en casa
Y pensad que a todo el mundo
Despistes así le pasan
Dí mi tiempo por perdido
Por mucho que lo busqué
Y aunque miré en muchos sitios
Yo tampoco lo encontré
Pero yo seguía pensando
En qué en cualquier ocasión
Cuando menos se esperara
Aparecería el bastón
Sentados en la cocina
Dije a mi mujer, "repasa
Las labores que hoy has hecho
Organizando la casa"
De momento se acordó
Que en sus quehaceres diarios
En el cuarto de baño estuvo
Organizando el armario
Al mirar en el armario
Gritó con gran emoción
A Rosana y a Francisco
¡Ya apareció el bastón!
Aquí termina la historia
Del bastón de mi mujer
Que como yo siempre digo,
Que no se puede perder
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