A UNA NIÑA ADOPTADA

 


A UNA NIÑA ADOPTADA

Yo suelo por la mañana

pasearme por mi calle,

y hoy he encontrado a una niña

que acompañaba a su madre.


Me paré un poco con ella,

le dije que era muy guapa,

le pedí un beso, y me dijo,

que yo también la besara.


En su mejilla de ébano

puse un cariñoso beso,

y sentí la sensación

de haber besado a mis nietos.


Esa sensación tan dulce

que sentí en ese momento,

me hizo pensar que debía

hacer para ella estos versos.


Aunque de distinta raza

y diferente color,

todos los seres humanos

somos iguales ante Dios.

 

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