A MIS PADRES

 

          


           A mis padres

Ojalá con estos versos

Pueda rendirle homenaje,

Con el cariño de un hijo,

A su madre y a su padre.


Mi madre era una mujer

Caritativa y honrada,

Que nos educaba bien

Y de la casa cuidaba.


Ella nos trajo a este mundo,

Ella nos dio de mamar,

Nos inclinó a hacer el bien

Y nos enseñó a rezar.


Era la administradora

De bienes mas bien menguados,

Los que padre aportaba

Fruto de un trabajo honrado.


A pesar de sus constantes

Trabajos y obligaciones,

Aún le quedaba algún tiempo

De darnos muchas lecciones.


Decía que la educación

Es muy fácil de enseñar,

Pues se basa en la honradez

Y el respeto a los demás.


A los pobres que pedían

Siempre tenía algo que dar;

Si los tenía, cinco céntimos,

Si no, un pedacito de pan.


Desde la Mora venían

Niños a pedir hambrientos;

Mi madre les daba algo

Y hasta les contaba un cuento.


Por si no tenía bastante

Con lo que ella trabajaba,

Al llegar las Navidades

Un nacimiento montaba.


Este nacimiento en sí

Mucho mérito tenía

Pues las figuras de barro

Ella misma las hacía.


La Virgen y San José

Y el niño feliz en la cuna

 Y detrás de ellos también

 Estaban el buey y la mula.


 Había, como no, Reyes Magos

 Y ovejas con sus pastores,

 Molineros, panaderos,

Albañiles y pescadores.


El recuerdo de mi madre

Siempre lo tengo presente;

Sus lecciones y consejos

Están dentro de mi mente.


Pues son de mucho valor

Las cosas que ella me dijo,

Y yo esos valores

Se los enseñé a mis hijos.


Mi padre era un caballero

Honrado y trabajador,

Inteligente, y dotado

De porte de un gran señor.


Él trabajaba en la mina;

Su puesto era capataz;

Colaboraba con todos

Con respeto y seriedad


Por sus dotes de honradez,

Seriedad e inteligencia

En algunas sociedades

Ostentó la presidencia


La sociedad de consumo

Llamada cooperativa

Fué presidida por él

De una manera efectiva.


En esos tiempos difíciles

Que no había pan en la “Mina”

Con un viejo camión

Él salía a buscar la harina.


Cuando le veían venir,     

Con harina regresar,

La gente se emocionaba

Y decían: “mañana hay pan”.


Él nos enseñó a luchar

Por un puesto en esta vida,

Donde hay que sobrevivir

Buscando siempre salida.


Nos enseñó a competir

Con respeto con las gentes,

Procurando destacar

De forma clarividente.


Que el puesto que defender

En la vida te ha tocado;

Nadie podrá decir nunca

Que a ti te lo han regalado.


Siempre fue un hombre honrado

Por estas y otras razones

Y puede servir de ejemplo

A varias generaciones


Mi madre llamada Inés

Y mi padre, Juan Antonio

Fueron juntos, como no,

Un dichoso matrimonio.


Cinco hijos les dio Dios

A este feliz matrimonio,

Dolores, Pepe, Francisco,

Juan José y también Antonio.


Mi madre murió primero

Y mi padre se quedó

Herido y desesperado,

Transido por el dolor.


Como era un hombre valiente

Él supo sobrellevar

Pérdida tan importante

Mas sin poderla olvidar.


Quince años habían pasado

Desde que murió mi madre

Cuando nos tocó quedarnos

Sin nuestro querido padre.


Marcados por el dolor

Quedamos los cinco hermanos,

Mas con la conformidad   

Que da Dios a los cristianos.     


Con serenidad prudente

Le doy las gracias a Dios

Porque me siento orgulloso

De los padres que me dio


 

                                         Francisco Páez Romero                    

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL GURUMELERO

Mi pueblo, mis amigos

La Zarza