A MI NIETA ISABEL
A MI NIETA ISABEL
Cuando naciste tú eras
una débil criatura
porque viniste al mundo
de forma muy prematura.
Pero ya a los pocos días
una linda niña eras
que te podías comparar
con la más guapa que hubiera.
Tus padres y tus abuelos
se mostraban muy contentos
al ver que te espabilabas
y crecías por momentos.
En la escuela te mostraste
como muy inteligente
además de ser también
una chiquilla obediente.
Hiciste el bachillerato
y la selectividad
y ahora estás comprometida
en la universidad.
Yo sé que con tus amigas
tienes buen comportamiento
les ayudas con agrado
si es necesario el momento.
Ofreces a cada una
lo bueno que llevas dentro
y tienes”golpes” geniales
legados de tus ancestros.
En tu casa te comportas
como una hija perfecta
ayudando en los quehaceres
de una manera correcta.
Eres vistosa y alegre
como una flor olorosa
y entre todas tus amigas
destacas por muy hermosa.
Te comportas en el mundo
de una forma natural,
destaca tu sencillez
y tu sincera humildad.
La gente que te conoce
pondera tu simpatía
y les gusta estar contigo
la mayor parte del día
Porque tú eres muy amable,
muy simpática, muy buena,
no quiero que nunca sufras
por desgracias o por penas.
Y yo, como soy tu abuelo
y te quiero con locura,
te comparo con las cosas
de más valor y hermosura:
como un panal delicioso
repleto de dulce miel,
como un bálsamo oloroso
así es mi nieta Isabel.
Y como te he dicho antes
que yo te quiero de veras,
como yo te quiero a ti
quisiera que me quisieras
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