A MI AMIGO NÉSTOR, DANDO LAS GRACIAS POR SU LIBRO
A MI AMIGO NÉSTOR, DANDO LAS GRACIAS POR SU LIBRO
El libro que me donaste
con ilusión he leído
y de una forma agradable
de verdad me ha sorprendido.
De su lectura se infiere
que su autor es bien nacido,
que ama su tierra y su gente,
a los que está agradecido.
Le tiene amor a su cuna
aunque una ciudad no sea;
es mucho más importante,
es una sencilla aldea.
Yo considero en el libro
los méritos suficientes;
decir de mucha importancia
cosas, tan sencillamente.
Admiro que tu memoria
te haya ayudado a explicar
las vivencias que has tenido
en tu vida y tu lugar.
Yo te digo que tu libro
me proporcionó alegría:
hay mucho paralelismo
entre tu vida y la mía.
Los dos hemos estudiado
juntos, la misma carrera;
los dos hemos trabajado
en compañías mineras.
Enganchados al trabajo
desde una edad tempranera
y los dos hemos nacido
en sendas bellas aldeas.
Personajes que tú citas
en tu libro con emoción
con la gente de mi pueblo
guardan un gran parangón.
Los pirulitos, las cruces,
el día del bollo, los bailes
son iguales que las fiestas
añoradas de mis lares.
Este libro que has escrito
de tu aldea, con ilusión,
lo has hecho con el dictado
de tu propio corazón.
Esos grandes literatos
que de sus obras alardean
describir el libro tuyo
no tienen ninguna idea.
Los hechos que relacionas,
tus vivencias e inquietudes
y tu digno proceder
denotan grandes virtudes.
La agilidad de tu pluma
ojalá la mía tuviera
y a la gente de mi pueblo
un libro como ese escribiera.
De verdad te felicito
porque la obra tiene mérito,
y sin duda que lo es
para ti un enorme éxito.
Lo importante de este libro
(no soy quién para decirlo)
pero yo pienso que es
que has conseguido escribirlo.
No quiero ser más pesado
y así, sin más burocracia,
te lo digo de verdad:
gracias, Néstor, muchas gracias.
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