A LOS MINEROS DE PEÑA DEL HIERRO
A LOS MINEROS DE PEÑA DEL
HIERRO
El río Tinto nace tinto
porque nace en rojo cerro
que tiene a sus pies la mina
llamada Peña del Hierro.
Esta mina, como tantas,
fue explotada antiguamente,
de allí se llevaron oro
los fenicios diligentes.
Los romanos explotaron
la plata y también el cobre
dejando para nosotros
los minerales más pobres.
Los ingleses la pirita
sacaron con ambición
y de respaldo a respaldo
explotaron el filón.
Como consecuencia de eso
la masa se desprendió
y de forma impresionante
toda la mina se hundió.
Y de esa mina ya hundida
con miles de inconvenientes
sacaron mucha pirita
unos mineros valientes.
Con un equipo estupendo
a mí me tocó luchar
y sacar la producción
de un modo espectacular.
Estos mineros sufridos,
trabajadores bragados,
por ningún inconveniente
fueron nunca desbordados.
Luchamos contra el calor
y el tufo del mineral,
contra las inundaciones
en tiempos de temporal.
Contra los desprendimientos,
contra incendios y otras cosas
de las que siempre salíamos
de una forma victoriosa.
No voy a dar ningún nombre
por distinguir a ninguno
pues trabajamos todos
como si fuéramos uno.
Por razones familiares
yo les tuve que dejar,
trasladándome a vivir
de Huelva a la capital.
Y a pesar de todo el tiempo
que desde entonces ha pasado
yo quiero dejar patente
que nunca los he olvidado
Me gustaría de verdad
Que el mundo reconociera
que el trabajo del minero
es trabajo de primera.
Con el afán que se entrega
el minero a su labor
es de un mérito importante
tan bueno como el mejor.
El sacrificio constante
que requiere su trabajo
y su altísima moral
que nunca se viene abajo.
Siempre ha de estar concentrado
para evitar accidentes
pero siempre decidido
porque es de raza valiente.
Del tiempo que pasé en Peña,
hoy día, me siento orgulloso
por haber colaborado
con mineros valerosos.
Y en razón de su valor,
su decisión, su coraje,
ojalá estos versos míos
sirvieranle de homenaje.
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